domingo, 30 de diciembre de 2012

Con afecto


En alguna ocasión me han pedido si puedo firmar algún ejemplar de mi novela. Es un asunto delicado, que despierta muchas dudas en la gente. No saben si físicamente puedo hacerlo o no, y por tanto tienen miedo de meter la pata o que me moleste su petición. No, físicamente no puedo, aunque si me sostienen la muñeca puedo llegar a garabatear una firma prácticamente ilegible.

En absoluto me molesta que me lo pidan, aunque no me siento muy cómodo con este ritual. La razón no es tanto por la dificultad física, sino porque no acabo de sintonizar con esta costumbre. Me sorprende que haya gente que tenga interés en que deje mi huella sobre el papel impoluto. A fin de cuentas sólo he publicado dos libros, y por tanto me considero sólo un aprendiz.

Aún así, si la persona insiste o realmente lo desea, acabo cediendo, procurando encontrar una solución más o menos creativa, como dictar y que la otra persona escriba la dedicatoria. Ésta no provendrá directamente de mis falanges, pero al menos en la combinación habrá parte de mi voz y voluntad.

De todas maneras, entiendo y respeto a aquellos que les guste esta ceremonia. Para los lectores, es una manera de hacer más personal el libro, y para los escritores es una buena ocasión para encontrarse cara a cara con ese lector que muchas veces sólo se imaginan en sus cabezas.

Los momentos de apuro te pueden sobrevenir al no saber lo que quieres poner. Es complicado componer una dedicatoria original para alguien que no conoces de nada. Muchas veces uno acaba sucumbiendo al típico "con afecto", lo que me parece horrible. Si conoces al destinatario y tienes un poco de tiempo, es más fácil: te puedes fijar en un rasgo suyo, en una palabra que te haya dicho, y tratar de hacer algo potable con eso. Imagino que debe de haber escritores expertos, con una buena batería de recursos en la mochila que les permiten salir airosos de la encrucijada.

Firmar libros sin duda tiene que dar para muchas anécdotas. La escritora Verónica Sukaczer cuenta en un artículo historias como éstas: “Una mujer se acerca y pregunta a un ilustrador que está presentando su libro, el precio. El ilustrador se lo dice. No, insiste la mujer, el libro no, eso. ¿Y sabés qué quería?, me pregunta Blasco. ¡El atril en el que estaba apoyado el libro!. A Sandra Siemens le pidieron que firmara el libro de un conocido autor de autoayuda, como si las obras fueran intercambiables".

Para terminar, os dejo con una serie de viñetas de la revista satírica "El Jueves" sobre el tema. Son fantásticas y muy acertadas.

Hasta otra ocasión. Con afecto...





Fuentes: viñetas de la revista "El Jueves"

sábado, 8 de diciembre de 2012

La increíble hazaña de Philippe Petit


Una de las coincidencias llamativas de Alehop es que en la novela aparece un circo (aunque como he dicho en otras entradas nada tiene que ver con un circo tradicional) y el hecho que la editorial se llame precisamente Funambulista. Realmente es una gran casualidad. Cuando el editor me pidió alguna idea sobre el dibujo de la portada, se me ocurrió ahondar en esta coincidencia y le sugerí un anciano manteniendo el equilibrio a duras penas sobre una cuerda floja. Me pareció que una instantánea así reflejaba de un modo muy simbólico el argumento del libro: unos ancianos que luchan por mantener el equilibrio ante las fuerzas hostiles.

Haciendo una asociación con todo esto, hoy quisiera comentar una historia tan increíble como real. Se trata de la hazaña de Philippe Petit, funámbulo francés, mimo, monociclista y mago, que en 1974 cruzó sobre una cuerda floja las Torres Gemelas de Nueva York, a 400 m de altura.

Según cuenta, la idea se le ocurrió un buen día que estaba esperando en la consulta de un dentista, leyendo un artículo sobre el World Trade Center, que por aquel entonces se estaba construyendo. A partir de aquí empezó a maquinar su plan, acudiendo en numerosas ocasiones a Nueva York para tomar notas. De incógnito, Petit observaba atentamente las ropas de los trabajadores y las herramientas que llevaban, así como los trajes de los hombres de negocios, para poder mezclarse con ellos al intentar entrar. Tomó también nota de los horarios de los obreros, para determinar cuándo podría tener acceso a la azotea.

Petit y su grupo pudieron subir en un montacargas hasta el piso 104, llevando con ellos el equipo necesario el día antes de la hazaña, y lo almacenaron a tan solo diecinueve escalones de la azotea. Para poder pasar el cable a través del vacío que separaba los dos edificios, decidieron usar un arco y una flecha; primero dispararon un sedal, para posteriormente disparar cuerdas cada vez más largas hasta que consiguieron pasar el cable de acero. Por primera vez en la historia de las Torres Gemelas , éstas quedaron unidas.

 El 'crimen artístico del siglo', como así se llegó a llamar, llevó seis años de planificación, durante los cuales Petit aprendió todo lo que pudo sobre los edificios. Tuvo que hacer frente a  problemas tales como el balanceo de la cuerda floja a causa de los fuertes vientos y cómo llevar el cable de acero de un edificio a otro.

 Con 24 años de edad, Petit cruzó las Torres casi terminadas. Fue un evento que duró unos 45 minutos. Durante ese tiempo, además de caminar, se sentó sobre el cable, hizo una reverencia y habló a una gaviota que volaba sobre su cabeza.

Su audaz actuación provocó titulares en todo el mundo. Al ser preguntado por el motivo de la acrobacia, Petit diría: «Cuando veo tres naranjas, hago malabares; cuando veo dos torres, las cruzo».

En 2008, el cineasta James Marsh rodó el documental "Man on Wire" , sobre el paseo de Petit. Me encantó este documental (ganó un Óscar). Os lo recomiendo.







sábado, 1 de diciembre de 2012

El encuentro

En invierno no puedo salir mucho de casa. Mi cuerpo es tan frágil que un simple resfriado me puede causar complicaciones muy serias. En verano no es que pueda entregarme precisamente al desenfreno, pero si tengo la oportunidad suelo salir un poco los fines de semana para ir a ver el mar. El mar, el mar... es una de mis grandes pasiones. 

 Aunque no suelo frecuentar zonas muy concurridas, este verano se me ha acercado alguna persona para decirme que había leído mi libro. Y nunca he sabido muy bien cómo reaccionar: me sonrojo, musito las gracias, y el estómago se me encoge. 

 Cuando escribo siempre me imagino el perfil que puede tener el lector que me pueda estar leyendo. A veces bosquejo su rostro, sus gustos... pero cuando me encuentro cara a cara con él me quedo atolondrado. Creo que esto se debe a que en el fondo aún me cuesta creer que hay gente allí fuera que realmente me lee.

 El otro día, probablemente en uno de mis últimos paseos antes de la llegada del crudo invierno, me acerqué hasta un rincón de una pequeña urbanización donde el mar queda a mis pies. No había absolutamente nadie. Un silencio melancólico y acaparador envolvía la puesta de sol. Entonces vi a una joven en el patio de una casa que me miraba y me hacía señas. Pareció dudar, pero finalmente me preguntó: "¿Eres tú quien ha escrito un libro?". Abrí los ojos y asentí con la cabeza. "Me ha gustado mucho", me dijo. "Me alegra, gracias", balbuceé antes de quedarme callado, muy sorprendido. No atiné a decir mucho más, y después de un par de frases cordiales proseguimos nuestro camino. 

 Cuando llegué a mi destino a la vera del mar le comenté a mi acompañante cuán increíble era lo que me había sucedido, la gran casualidad que suponía encontrarse en ese desierto con alguien que hubiera leído mi libro. ¿Qué probabilidades matemáticas había de eso? Volví a repasar la breve conversación que tuve con mi lectora y sentí rabia por no haber dado más cuerda a nuestra charla. "Quizá crea que soy un poco borde", pensé. Así que al emprender el regreso lo hice con la esperanza de encontrar a esa joven en el sitio donde la había hallado, y tratar de expresarle con más locuacidad la inmensa alegría que había sentido. Pero ya no había nadie por allí. La oscuridad y el frío lo habían ocupado todo. Tan sólo brillaba, henchido, mi corazón.



Por aquí sucedió...

sábado, 24 de noviembre de 2012

Resiliencia


Hace unos meses me entrevistaron para un programa de libros que se llama "Vía llibre", de la televisión de Cataluña. Me sorprendió y me pareció muy original el enfoque que le dieron: "Resiliencia". Bajo este nombre englobaron una serie de libros o autores que tuvieran que ver con esta curiosa palabra.

El término resiliencia se refiere a la capacidad de los sujetos para sobreponerse a períodos de dolor emocional y traumas. O, como dicen E. Chávez y E. Yturralde: "es la capacidad que posee un individuo para mantenerse en pie, en la lucha con dosis de perseverancia, tenacidad, actitud positiva y acciones que permiten avanzar en contra de la corriente y superarlas".

Comenté que las personas que sufren alguna enfermedad neurodegenerativa forzosamente tienen que ser personas resilientes, ya que constantemente tienen que estar adaptándose a un cuerpo menguante para seguir adelante. Y para ello, cualquier detalle sirve para agarrarse a la vida y volver a levantar la cabeza: tener un amigo, profesar una creencia religiosa, o, en mi caso... escribir.



sábado, 17 de noviembre de 2012

Intocable


En  ocasiones algún medio de comunicación me ha pedido que escribiera algún artículo. Aunque lo agradezco, suelo decir que no, ya que apenas tengo tiempo para ello. Tengo que concentrar al máximo mis energías y no dispersarme, si no lo hubiera hecho así en vez de tardar cinco años en escribir Alehop hubieran sido muchísimos más...

No obstante, hace unos meses, sentí una gran necesidad de escribir este artículo relacionado con la famosa película "Intocable". A mí la película no me pareció correcta,  entretenida, pero quise con este artículo aportar al espectador algunos matices que seguramente le pudieran pasar desapercibidos. Pretendí enriquecer su visión de la realidad, una realidad que muchas veces le puede pasar desapercibida.

Aunque el artículo está escrito para un periódico local, lo que comento es perfectamente extensible a cualquier rincón de nuestra geografía. Espero que os guste.


Intocable

Mucho se ha hablado estos días sobre la película “Intocable”, una producción francesa que ha tenido un gran éxito en taquilla. El argumento gira en torno a la relación que se establece entre un tetrapléjico y el asistente personal que contrata.

Dejando a un lado si la película es buena o no, si sus bromas hacen más o menos gracia, me ha parecido interesante poder extraer una reflexión que considero vital: la necesidad de disponer de la figura del asistente personal para aquellas personas que puedan necesitarla. Un asistente personal es aquella persona (o varias en el caso de necesitar muchas horas) contratada directamente por ti a través de un dinero que te da la administración, y que se adapta a tus gustos y preferencias. Suple tus brazos y piernas, y te ayuda a hacer todo aquello que no puedes hacer por ti mismo.

Gracias a la ayuda del asistente personal, el protagonista, que huye de la compasión y del frío trato clínico, consigue vivir una vida socialmente activa, integrado en la comunidad, lejos de una residencia, entrando y saliendo de su casa a voluntad.

Pero que nadie se llame a engaño: no hace falta ser millonario para poder aspirar a una vida digna o, lo que llaman en el argot político, una vida en igualdad de oportunidades. De hecho, hace muchísimos años que este sistema funciona en media Europa. Ni siquiera hace falta saber hablar francés. Sin ir más lejos, en España, desde el foro de vida independiente hemos puesto en marcha varios proyectos piloto en diferentes comunidades autónomas como Madrid, Cataluña, el País Vasco... En estos programas cada persona dispone de todas las horas necesarias para poder llevar a cabo su proyecto de vida. Gracias a estas iniciativas, ha habido gente que ha podido salir de instituciones donde llevaba años encerrada, o que ha podido sacudirse de encima la angustia de ver cómo eran sus padres ya mayores quienes les asistían.

Aun así, son solo unas ínfimas gotas de libertad en una realidad dura y desconocida.

Hace unos siete años presentamos un proyecto como los anteriormente citados a los representantes políticos de la isla. Traté de hacerles ver la conveniencia de disponer de este servicio para todas aquellas personas que lo pudieran necesitar. Durante este tiempo, he visto desfilar políticos de todos los colores. Unos eran simpáticos; otros parecían inteligentes; otros cargados de buenas intenciones, pero incapaces de dar un paso adelante. Lo que más me llamó la atención es que a la mayoría les debía de faltar alguna vértebra del cuello, ya que sabían girar con una facilidad pasmosa la cabeza hacia otro lado. He jugado a su juego, he traído gente de fuera para tratar de convencerles, los hemos invitado a congresos, enviado múltiples documentos y mensajes. Me he dejado la piel y la salud. Pero nada. 

No ha servido que les hablase de que el derecho a la asistencia personal está recogido en la Convención de la ONU sobre los derechos de las personas con discapacidad, de obligado cumplimiento para los países firmantes, pero que tan alegremente se saltan junto a otras muchísimas leyes.

Tampoco me ha sido de utilidad mi pedagogía de Barrio Sésamo. A uno de ellos, le comenté: “Si mañana tienes un accidente, lo que yo te propongo es que puedas seguir haciendo más o menos la vida que hacías antes. Disponer de la ayuda que necesites para seguir acudiendo a tu trabajo, para seguir viviendo en tu entorno con tu mujer e hijos”. Esta vez, mientras el político carraspeaba y miraba hacia otro lado con esa habilidad sobrenatural, admito que me aproveché y le saqué la lengua.

Cuando comprendí que para ellos no era más que un número o un objeto, recurrí a los informes económicos. Y es que según demuestran los datos de otros países y los que se han recogido en los proyectos puestos en marcha España, la asistencia personal es un 20% más barata que el modelo residencial. Sí, ya sé que parece increíble, pero los números son los números. Esto es así porque con este sistema no hay infraestructuras que mantener ni cargos intermedios de dudosa utilidad, simplemente se trata de un pago directo entre el usuario y el trabajador. El hecho de que esto se aplique en países como Suecia, Holanda, etc. no solo es porque sean países más ricos, sino fundamentalmente porque también son mucho más eficientes.

Visto lo visto, mi única brizna de esperanza es que alguno de ellos vaya a ver la película. Aunque también me da miedo que se equivoque de sala, acuda a ver una de vampiros, y nos clave más aún los colmillos en la yugular...



3-04-2012




sábado, 10 de noviembre de 2012

Peleas de Abajo

En Alehop los políticos de un ayuntamiento están constantemente peleándose y rivalizando entre sí. Hasta aquí, nada nuevo, nada que no podamos ver cada día en nuestras respectivas localidades o a través de los medios de comunicación. ¿Pero sabíais que en España existe un pueblo que se llama precisamente Peleas de Abajo? Tiene apenas 200 habitantes, y está en la provincia de Zamora. 

 Al parecer el nombre del pueblo proviene de que está asentado sobre una zona de fricción durante siglos entre moros y cristianos, separados por el arroyo de Valparaíso. Así, a un lado, se constituiría el pueblo Peleas de Arriba, y en el otro Peleas de Abajo. 

 Pero lo que hace más singular y llamativo a Peleas de Abajo es que posee la deuda más elevada de España. Se calcula que ronda cerca de los 20.000 € por habitante. Similar a la deuda griega. Con el actual ritmo de ingresos el pueblo no podría pagar la deuda hasta el siglo XXVI.

 Los de Peleas de Arriba han declarado: esto se veía venir. 

 Al conocerse esta noticia de su déficit ha provocado que el pueblo, en los últimos meses, haya saltado a los medios de comunicación. Ha salido en periódicos de Argentina, Chile, Colombia... En este sentido, su alcalde, ironizando, ha dicho que si el pueblo recibiera una retribución económica cada vez que sale en los medios de comunicación por la deuda, sus maltrechas arcas públicas ya se hubiesen recuperado. 

 Los de Peleas de Arriba se han mostrado totalmente de acuerdo.

sábado, 3 de noviembre de 2012

Coulrofobia, el miedo a los payasos.




Últimamente, leyendo algunos comentarios en blogs en los que se reseñaba Alehop, me he fijado en que varios lectores coincidían en decir que, pese a que les atraía el libro por la buena crítica que habían leído, sentían algo de aprensión por todo aquello relacionado con la temática circense.

Los autores de dichas reseñas no tardaron en replicar, acertadamente, que en mi novela no aparecía el típico circo como el que se podían imaginar, sino que se trataba de la simbología de algo muy diferente... Efectivamente, así es.

Pero esos comentarios azuzaron mi curiosidad, y me puse a investigar un poco, destapando una caja de sorpresas. Resulta que existe una fobia o miedo irracional a los payasos, bastante extendida, llamada coulrofobia. Los afectados a menudo adquieren este miedo después de haber tenido alguna mala experiencia con alguno de ellos o de haber visto un retrato siniestro en medios audiovisuales. Afecta principalmente a los niños, aunque puede aparecer en adolescentes y adultos.Las personas que sufren este temor coinciden en que lo que más les aterroriza de los payasos es el maquillaje excesivo, a menudo acompañado de la nariz roja y del color extraño del cabello, que les permite ocultar su verdadera identidad. 

Se han hecho incluso estudios serios como el de la Universidad de Sheffield, que reveló que a los niños les asusta que las habitaciones de los hospitales estén decoradas con payasos. Les impresiona mucho ver un cuerpo común con una cara poco familiar. Un niño no sabe discriminar si el payaso es bueno, que es un disfraz. Siente miedo ante la máscara, por el hecho de que no cambie y aparezca siempre con una sonrisa. 

Mi asombro siguió aumentando al averiguar que la novela It, de Stephen King, llevada posteriormente a la gran pantalla, ha contribuido a popularizar concretamente la figura del payaso malvado.

Pero además del genial autor estadounidense, la figura del payaso siniestro ha quedado recogida y reflejada en obras como:

-Balada triste de trompeta, famosa película del director bilbaíno Álex de la Iglesia. En ella aparecen payasos asesinos, víctimas de la Guerra Civil española, que al principio son buenos y de apariencia normal, pero se van desfigurando cada vez más y volviéndose terroríficos.

-Un macabro payaso contagiado por los zombies en la película Zombieland. Es marrón (color de muerto), pelo verde y nariz roja.

-Clown, un demonio que adoptaba la forma de un payaso sucio y glotón en la serie de cómics Spawn.

-Joker, el enemigo de Batman. Un payaso asesino que siembra el crimen en la ficticia ciudad de Gotham City. Tiene el pelo verde, la cara blanca, los labios rojos y los ojos pintados de negro.

Y otros muchísimos más... (ver  wilkipedia)

Así pues, aunque juro una vez más que el circo que aparece en Alehop nada tiene que ver con una representación tradicional y que en ella no aparece ningún payaso psicópata, no me extraña nada que con estos antecedentes exista este temor tan arraigado. Una cosa nueva que he aprendido.


lunes, 29 de octubre de 2012

Concurso Alehop



Participa en el concurso y consigue un ejemplar de Alehop. Éstas son las bases.


Bases:
- Este es un sorteo para España (Baleares, Canarias, Ceuta y Melilla incluidos).
- Para concursar, es obligatorio ser seguidor del blog (http://alehopnovela.blogspot.com.es) mediante tu cuenta de Google y de la página de Facebook (https://www.facebook.com/alehopnovela).
- Es obligatorio hacer un comentario en la entrada del blog ( http://alehopnovela.blogspot.com.es/   ) con la palabra Alehop junto con vuestro nombre.
- El sorteo empieza el Martes 30 de octubre y acaba el viernes 9 de noviembre a las 23:59 PM (hora peninsular).
-Todos los concursantes deberéis escribir un mail a alehopnovela@gmail.com antes del 10 de noviembre a las 23.59h (hora peninsular) con el número de puntos con los que participáis y todos los enlaces correspondientes. Si no mandáis este correo, estaréis fuera del sorteo.
-El 12 de noviembre se anunciará el ganador/a.
·El ganador/a recibirá un correo electrónico el 12 de noviembre. Si no contesta en las 48 horas siguientes, volveré a sortear el ejemplar.

Una vez finalizado el plazo del concurso, procederé a realizar el sorteo de la siguiente manera: haré una lista de los participantes y otorgaré tantos números como puntos haya obtenido cada persona. Así, por ejemplo, a la primera persona que tenga 3 puntos le asignaré los números 1, 2 y 3; si la segunda tiene 2 le concederé los números 4 y 5, y así sucesivamente, de modo que todos los participantes tengan alguna posibilidad de poder ganar (obviamente, cuantos más puntos más números y mayores posibilidades de ganar).

-El ganador/a deberá ponerse en contacto conmigo por correo electrónico ( alehopnovela@gmail.com ) en las 48 horas siguientes a la publicación del resultado del sorteo en el blog. Si no contacta conmigo durante las siguientes 48 horas del sorteo, volveré a sortear el ejemplar.

Requisitos y puntos:
· + 5 por ser seguidor de la página de Facebook
· + 5 por ser seguidor del blog (vía google o blogger)
· +1 por hacer un comentario en esta entrada del blog con la palabra Alehop junto a vuestro nombre.
· + 5 por hacer una entrada en tu blog anunciando el concurso (poner el enlace)
· + 5 por llevarte el banner del concurso a tu blog y ponerlo en un lugar visible (incluir enlace)
· + 2 por anunciarlo en Facebook. Podéis anunciarlo como máximo dos veces al día, para no agobiar. Por cada vez son 2 puntos (poner el o los enlaces y mencionar la página de Facebook cuya dirección es https://www.facebook.com/alehopnovela

· + 2 por anunciarlo en Twitter. Podéis anunciarlo también como máximo dos veces al día, cada vez son 2 puntos (no olvidéis mencionarme @jafortuny)
· + 1 por sumar todos los puntos y mandar el resultado con todos los enlaces o capturas de pantalla por correo electrónico a alehopnovela@gmail.com
¡Gracias por participar!


Nota. Es suficiente con que al final del concurso me enviéis un correo con toda la suma de los puntos y enlaces correspondientes. Recordad que estos días podéis ir sumando puntos con los comentarios en facebook y twiter. Cuántos más puntos, más números obtenéis para el sorteo, y por tanto más probabilidades de ganar el concurso.





PD Si habéis leído el libro, podéis escribir vuestra opinión en alguno de estos links:
Amazon.es <http://amazon.es/> (<http://www.amazon.es/Alehop-Literadura-Jos%C3%A9-Antonio-Fortuny/dp/8493985554/ref=sr_1_cc_1?s=aps&ie=UTF8&qid=1351068779&sr=1-1-catcorr>) (
Fnac.es <http://fnac.es/> (<http://libros.fnac.es/a724674/Alehop?PID=5>)
Casadellibro.es <http://casadellibro.es/> (<http://www.casadellibro.com/opiniones-libro/alehop/9788493985554/1994615>


sábado, 20 de octubre de 2012

Arrugas

Esta semana he visto una película de animación que me ha gustado mucho. Se titula "Arrugas", basada en la obra del novelista gráfico Paco Roca. Al igual que mi novela, su protagonista es un anciano, en este caso un anciano con Alzheimer al que ingresan en una residencia. La residencia es muy bonita, tranquila, lujosa (posee hasta una piscina), pero nada de todo esto consigue mitigar la tristeza y aislamiento que siente el protagonista. Una vez más, nos encontramos ante una de esas superestructuras que tanto gustan a los políticos de cara a la galería, pero no pensadas precisamente para las personas que van a vivir allí. Y es que las relaciones personales, vivir en tu entorno, tener la capacidad para poder decidir por ti mismo cosas tan sencillas como lo que quieres comer es algo muchísimo más importante y valioso para una persona que los fastuosos centros de internamiento, aunque desgraciadamente los políticos de este país aún están muy lejos de poder entenderlo. Será precisamente la amistad, la colaboración con otros internos lo que conseguirá compensar un poco al protagonista su aislamiento social.

Reconozco que sentía desconfianza ante esta película. Temía encontrarme  el típico discurso del "querer es poder", o que fuera una historia tan endulzada para no herir las sensibilidades que la acabara convirtiendo en insustancial. Pero no, "Arrugas" es una película valiente, muy real, con una gran riqueza de matices, y con un final inesperado y magnífico.

En otro momento seguro que no me habría fijado tanto en ella, pero ahora estoy especialmente sensible con el tema, al igual que una mujer embarazada ve niños por todas partes. Me alegra haberla visto, y sobre todo constatar que hay gente que también se preocupa por tratar de reflejar la realidad de las personas que esta sociedad prefiere ocultar.


 


sábado, 13 de octubre de 2012

El mejor regalo


Esta semana he recibido una inesperada visita. Mis ojos se abrieron como platos ante su barba y cabello largo: "¡Ostras, Jesucristo!", exclamé. Pero no, no era Jesucristo, sino Tomeu. Me dijo que había leído "Alehop" y sentía curiosidad por conocerme. "Cuando leí tu primer libro también sentí ese impulso, pero lo fui dejando...", me confesó. Le comenté que era algo  habitual; que mucha gente, a pesar de pasar cada día por delante de mí casa, tenía miedo a encontrarse conmigo. Se lo dije tratando de quitarle importancia y que no se sintiera incómodo, pero dentro de mí sentí cómo me volvía a abrasar un dolor inmenso ante estas situaciones. Y es que me siento muy impotente. Por muy buena predisposición que yo tenga, no puedo hacer nada para disipar el miedo y los fantasmas de los demás: "¿Podrá hablar? ¿Estará de mal humor? ¿Le debe caer la baba por la boca? ¿Será una persona depresiva?", suelen pensar. Si éstos son los recelos que roen a la gente que ha leído mis libros, y se supone que sólo por eso ya deben dar por sentado que poseo un cierto nivel intelectual, ya os podéis imaginar las distancias kilométricas que interponen aquellos que no lo han hecho... 

"Por el facebook la gente es muy valiente, pero después..., y yo prefiero el cara a cara", me dijo. Estuve totalmente de acuerdo con él. Me cuesta entender cómo puede haber gente enganchada al facebook y a Internet, aunque tal vez muchas de esas personas ya deben tener cubierta una mínima socialización al tener pareja, hijos, con los compañeros de trabajo, etc.

Tomeu es pintor. Hablamos un rato sobre su trabajo, sobre el arte, sobre el proceso de la creación de un cuadro, que por lo deducí guarda bastantes similitudes con la gestación de un libro. No sé si Tomeu volverá. No sé si  me caería bien o viceversa, y mucho menos si llegaríamos a ser amigos. Esto ahora mismo es lo de menos. Para mí lo importante es que "Alehop" me haya otorgado este valiosísimo regalo como es el de interactuar con otro ser humano, mirándole a los ojos, escudriñar sus gestos, mientras la tarde otoñal se consume ante nosotros.




sábado, 6 de octubre de 2012

Más allá de las apariencias



Durante estos días de entrevistas no he podido evitar que me pregunten por mi enfermedad. Ningún problema, no tengo nada que esconder. El problema surge cuando se centran más en la enfermedad que en el libro en sí, que poco o nada tiene que ver con el mundo de la discapacidad. 

Un periodista me preguntó directamente eso: que si temía que se me valorara más por mi enfermedad que por el libro. Respondí algo así como que eso sería así si los lectores buscaran en el interior del libro el póster de Correcaminos y se encontraran con mi facha, pero que mi tipo de literatura es para personas que saben ir más allá de las apariencias.

Pero tengo que confesar que haber constatado que hay algunas personas que nunca se atreverán a leer mi libro por el recelo que les inspira mi físico es algo un poco frustrante. Aún cuesta mucho disociar que el hecho de que no te puedas mover no significa que seas tonto, o resulta muy difícil poder sacarles de ese encasillamiento en el que te meten de que he escrito un libro de autoayuda o enfocado a un colectivo específico.

El otro día, sin ir más lejos, en una de mis contadas salidas, me encontré con una persona que se jacta de ir de "izquierdas", que acude a todas las manifestaciones, que en su camiseta llevaba un emblema de la defensa de los derechos humanos. Una de esas personas que piensas que teóricamente le tiene que interesar mi libro por su carga de denuncia social, o que al menos tiene que sentir algo de curiosidad por leerlo. Con una sonrisita, me dijo que aún no lo había leído, y yo tuve la impresión, por sus gestos y manera de expresarse, que nunca encontraría una ocasión para ello.

Da un poco de rabia saber que hay gente que se va a quedar siempre allí, en la barrera, atrapado por sus prejuicios, perdiéndose quizá algo que les podría enriquecer.

sábado, 25 de agosto de 2012

Los medios de comunicación y el ego




Esta semana ha venido a entrevistarme un equipo de la televisión de Cataluña. Se enteraron de la existencia de mi libro a través del comentario de un crítico literario. Tengo la impresión que este mundillo de los medios de comunicación funciona un poco así: cuando consigues que se entere un medio, se puede producir después un cierto efecto dominó. El problema es poner en marcha todo eso...

No me gusta mucho salir en televisión, más que nada porque no puedo controlar el sentido de lo que quiero decir. Son ellos los que hacen una selección, cortando de aquí y poniendo de allá  pueden darle a la entrevista un sentido u otro... Pero está claro que no puedo desdeñar estas oportunidades. A nivel personal, se han portado muy bien conmigo.

Entre todas las entrevistas que me han hecho hasta ahora los medios de comunicación, hay una pregunta bastante común y que me llama mucho la atención: me preguntan, medio en broma y medio en serio, si creo que la fama puede afectarme de alguna manera. Suelo bromear y digo que espero que no, ya que la habitación es estrecha y mi ego, si se hincha mucho, no va a caber entre estas cuatro paredes...

Al parecer, hay bastante gente que le afecta esto de la fama. Como ser humano no puedo decir que no me vaya a afectar, pero es difícil, sencillamente porque vivo demasiado aislado del mundo. Sin apenas poder salir a la calle, es complicado que los humos se me suban a la cabeza. Quizá mi situación puede tener esta ventaja...


sábado, 21 de julio de 2012

Anécdotas por el hospital


Al poder salir poco de casa creo que estoy bastante a salvo ante esos efectos perniciosos de que se me suba la fama a la cabeza y cosas parecidas. Claro que también es verdad que uno desea recibir las opiniones de los lectores, poner una cara y ojos a las personas que te leen. Por eso me impresiona cuando me encuentro a alguien por la calle que me dice algo de mi libro. El otro día me ocurrió con dos personas, al ir al hospital. Se me acercan y me dicen que les ha gustado mi libro, yo me sonrojo un poco. Me hace gracia. Y se lo agradezco. Eso sí, noto con frecuencia esa falta de costumbre al dirigirse a una persona con mi apariencia física. La gente no sabe muy bien cómo tratarme, algo comprensible. Me han ocurrido muchísimas anécdotas en este sentido. Una de las escenas más habituales es que me suelen preguntar alguna cosa pero dirigiéndose a la persona que tengo al lado (generalmente mi padre), mientras yo hago esfuerzos para indicar que es a mí a quien tienen que dirigirse; trato de hacerles entender que puedo hablar perfectamente, que sí he tenido la capacidad mental suficiente para escribir ese libro también la tengo para mantener una conversación... También hay personas que o bien que hablan muy alto, como si fuera sordo, o peor aún: que se dirigen a mi como si fuera un niño pequeño. Son cosas curiosas.

sábado, 23 de junio de 2012

Un poco de luz

Otra semana intensa de envío de mensajes a  críticos literarios y páginas especializadas. Por fin, parece que el trabajo empieza a dar un poco sus frutos, y recibo dos críticas muy buenas. Para culminar la semana, el programa de libros página 2, de televisión española, también lo recomienda... Ojalá pueden ser pequeñas brechas para que el libro se vaya conociendo.

http://www.youtube.com/watch?v=fW9DjXgjkcY&feature=g-upl

sábado, 16 de junio de 2012

Contento y agotado

Otra semana intensa y agotadora. Estoy afónico de tanto hablar por el micrófono y escribir mensajes. He dormido poco. Me alegra que el libro en la isla se vaya difundiendo bien, a pesar de algunos obstáculos surrealistas que ha habido por el camino. Ahora el objetivo es que el libro se vaya conociendo por la península. Y esto sí que es angustiante. Me siento impotente por no poder ir de aquí y allá y promocionarlo. Hay que buscar otras vías. En el horizonte hay una selva de libros, y todos luchan legítimamente por lo mismo: por tratar de sacar la cabeza. Todos merecen ser leídos, atendidos, y hay tantos que se quedan por el camino. Ha sido una semana de enviar mensajes algunos medios de comunicación por si se quieren hacer eco de la noticia, de tirar cables por aquí y allá. En eso estamos. Poco a poco...

sábado, 26 de mayo de 2012

Llegan los primeros libros...

Alehop empieza a salir a la luz. Me llaman y me dicen que los primeros ejemplares han llegado a las librerías de Menorca. Mi pulso se acelera. Toca llamar a los medios de comunicación de la isla. No me gusta mucho que me hagan entrevistas; no poseo una gran fluidez verbal, pero es algo por lo que tengo que pasar si quiero que el libro mínimamente se conozca en esta selva de libros. Debe de ser frustrante trabajar durante tantos años y que sólo te lean cuatro amigos. En un último momento, me contengo al saber que en otras librerías de la isla que también están esperando el libro aún no lo han recibido. No quiero favorecer  así a unos y perjudicar a otros. Además, al no poderme mover y acudir a las típicas presentaciones de aquí y de allá, la bala de la prensa se vuelve más valiosísima que nunca, que no conviene malgastar. Así que esperaré un poco más, hasta que Alehop entre en más librerías. Aún así, contento, excitado, no puedo evitar escribir unas frases en mi perfil de facebook: "He vuelto con toda la artillería. Próximamente voy a volver a publicar", y se produce un inesperado aluvión de comentarios y felicitaciones...

lunes, 14 de mayo de 2012

Rosa Montero

Quisiera agradecer públicamente la magnífica cita que ha hecho Rosa Montero de mi novela: "Una farsa negrísima, angustiosamente divertida, ingeniosa, inteligente y muy actual". Creo, sinceramente, que sintetiza muy bien el argumento de Alehop; Rosa no es una de esas personas que diga las cosas para quedar bien. Hace ya bastantes años que mantengo contacto con ella, a raíz de la publicación de mi primer libro. Conocerla ha sido uno de esos regalos buenos que me ha dado la vida y los libros. Probablemente nunca llegaremos a conocernos en persona, pero entre nosotros ya se ha creado un vínculo lleno de cariño y respeto. Sus palabras, impresas en la portada y en la cinta promocional del libro, las llevaré siempre en el corazón. Rojo intenso.




Foto de Violeta de Lama.

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sábado, 28 de abril de 2012

Comienza la cuenta atrás


Inicio este blog con el estómago encogido. El nerviosismo me atenaza desde hace ya un tiempo. La cuenta atrás para que Alehop salga a la luz ya ha comenzado. Son muchos los miedos que me invaden: si el libro habrá quedado bien hecho, si se va a distribuir bien,cómo lo va a aceptar la gente... Cuando uno escribe siente que tiene el control, necesariamente tienes que sumergirte en un mundo de aislamiento, rutina y perseverancia para poder rellenar las hojas en blanco; pero después... cuando el pájaro que había en tu cabeza es liberado, poco más puedes hacer. Esperar, confiar, desear con los dedos entrecruzados que la criatura nazca bien.